Los seres humanos viven hoy mucho más allá de sus recursos ecológicos y están agotando los recursos naturales a un ritmo sin precedentes. Al hacerlo, dice un informe bianual de la organización mundial conservacionista WWF, estamos planteando una amenaza de extinción para nosotros mismos y para todas las otras especies.
Los nuevos cálculos sobre la disminución en la capacidad del planeta para proveer alimentos, fibra y madera, así como para absorber el dióxido de carbono, sugieren que utilizamos un 25 por ciento más de recursos de los que se renuevan naturalmente cada año.
Si sigue la tendencia actual, este "derroche" ecológico, que creció marcadamente en los últimos 40 años, será del 100 por ciento en 2050, e implicará la posibilidad de un colapso en gran escala de los ecosistemas y la generación de conflictos sociales y políticos asegura el informe del grupo ecologista.
"La capacidad regeneradora de la Tierra ya no puede satisfacer nuestra demanda: la gente está convirtiendo los recursos en desechos a un ritmo mucho más rápido de lo que la naturaleza puede transformar los desechos en recursos. La humanidad ya no vive de los réditos de la naturaleza, sino que está consumiendo su capital. dice el informe.
El estudio muestra una caída del 31 por ciento entre 1970 y 2003 en las poblaciones de especies terrestres y apenas por debajo de ese porcentaje en las especies marinas y de agua dulce, un aumento importante con respecto a los últimos cálculos de 2001. La pesca excesiva está afectando la salud de la mayoría de los océanos. Las caídas más dramáticas se detectan en la India y en el sudeste asiático, donde el desarrollo económico avanza más rápidamente. "Es un indicio contundente de la rápida pérdida de biodiversidad a nivel mundial", dijo Jonathan Loe, de la Sociedad Zoológica de Londres, uno de los autores del informe..
WWF determinó que Gran Bretaña ocupa el puesto número 14 entre los países más derrochadores de la Tierra. Los Emiratos Arabes son los más derrochadores del mundo a nivel ecológico, seguidos por Estados Unidos. Los países con el menor desperdicio ecológico son Bangladesh, Somalia, Afganistán y Malawi.
"La humanidad está agotando los recursos de su tarjeta de crédito ecológica", dijo Mathis Wadhernagel, director de Global Footprint Network, que realizó el estudio. "Si bien esto se puede hacer por un tiempo, en definitiva terminará con la liquidación de los activos ecológicos del planeta y el agotamiento de los recursos de los que depende nuestra economía".
El informe propone cinco maneras de recortar el déficit ecológico global.
Los aumentos de población, dice, pueden ser más lentos y hasta reducirse si la gente tiene familias más pequeñas. La gente pudiente puede recortar el consumo y aún así mejorar su calidad de vida. Los recursos utilizados en la producción de bienes se pueden reducir marcadamente. Y una mejor administración puede recuperar tierra, al mismo tiempo que una rigurosa protección de los suelos, los volúmenes de peces y los bosques ayudará al planeta a producir más recursos.
Los nuevos cálculos sobre la disminución en la capacidad del planeta para proveer alimentos, fibra y madera, así como para absorber el dióxido de carbono, sugieren que utilizamos un 25 por ciento más de recursos de los que se renuevan naturalmente cada año.
Si sigue la tendencia actual, este "derroche" ecológico, que creció marcadamente en los últimos 40 años, será del 100 por ciento en 2050, e implicará la posibilidad de un colapso en gran escala de los ecosistemas y la generación de conflictos sociales y políticos asegura el informe del grupo ecologista.
"La capacidad regeneradora de la Tierra ya no puede satisfacer nuestra demanda: la gente está convirtiendo los recursos en desechos a un ritmo mucho más rápido de lo que la naturaleza puede transformar los desechos en recursos. La humanidad ya no vive de los réditos de la naturaleza, sino que está consumiendo su capital. dice el informe.
El estudio muestra una caída del 31 por ciento entre 1970 y 2003 en las poblaciones de especies terrestres y apenas por debajo de ese porcentaje en las especies marinas y de agua dulce, un aumento importante con respecto a los últimos cálculos de 2001. La pesca excesiva está afectando la salud de la mayoría de los océanos. Las caídas más dramáticas se detectan en la India y en el sudeste asiático, donde el desarrollo económico avanza más rápidamente. "Es un indicio contundente de la rápida pérdida de biodiversidad a nivel mundial", dijo Jonathan Loe, de la Sociedad Zoológica de Londres, uno de los autores del informe..
WWF determinó que Gran Bretaña ocupa el puesto número 14 entre los países más derrochadores de la Tierra. Los Emiratos Arabes son los más derrochadores del mundo a nivel ecológico, seguidos por Estados Unidos. Los países con el menor desperdicio ecológico son Bangladesh, Somalia, Afganistán y Malawi.
"La humanidad está agotando los recursos de su tarjeta de crédito ecológica", dijo Mathis Wadhernagel, director de Global Footprint Network, que realizó el estudio. "Si bien esto se puede hacer por un tiempo, en definitiva terminará con la liquidación de los activos ecológicos del planeta y el agotamiento de los recursos de los que depende nuestra economía".
El informe propone cinco maneras de recortar el déficit ecológico global.
Los aumentos de población, dice, pueden ser más lentos y hasta reducirse si la gente tiene familias más pequeñas. La gente pudiente puede recortar el consumo y aún así mejorar su calidad de vida. Los recursos utilizados en la producción de bienes se pueden reducir marcadamente. Y una mejor administración puede recuperar tierra, al mismo tiempo que una rigurosa protección de los suelos, los volúmenes de peces y los bosques ayudará al planeta a producir más recursos.
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